Síndrome de Down y la educación, ¿como docentes estamos preparados?
Mirian Lizbeth Sánchez Ortiz
Licenciatura en pedagogía.
Lo que tengo de especial son unos padres
y un entorno que han luchado
porque sea lo más autónomo posible.
-Pablo Pineda.
¿Sabemos sobre el síndrome de Down? ¿Por qué los excluyen en la educación? ¿Existe la igualdad para ellos? Cuando hablo de este tema en particular se me hace un nudo en la garganta, reconozco que existe un problema en la sociedad tanto como en la educación. Por falta de información los llamamos niños especiales, aunque reconocemos que todos los niños lo son.
En base a la docencia existe un conocimiento previo, debido a que en nuestra trayectoria de preparación tenemos relación con este y otros temas de suma importancia a pesar de ello existe poca aceptación en instituciones públicas a niños con SD, ya que los docentes se consideran insuficientes para brindar un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje. Aun cuando se ha demostrado que los niños con síndrome de Down son tan inteligentes al igual que los niños típicos. Ellos pueden realizar las mismas actividades y almacenar el mismo conocimiento.
Como estudiante de pedagogía puedo exponer que en el programa educativo existe una experiencia llamada didáctica en la cual conoces las estrategias, técnicas y momentos didácticos que puedes adaptar como docente cuando te enfrentas a cuestiones como esta. Es más, existen diversas investigaciones en las cuales te informan, explican y te aportan diferentes técnicas pedagógicas para que las pongas en práctica entonces porque aún existe esta exclusión. Sencillo, algunos docentes en la actualidad no les importan si el estudiante aprendió o no, sumando a esto que tuvieran un niño con SD dificultaría y alentaría, la poca enseñanza brindada por él, en pocas palabras el docente considera innecesario informarse sobre este tema más allá del conocimiento que ya adquirió o en peor de los casos que desconoce en totalidad. Y suelen justificarse con que existen escuela para niños especiales.
La lentitud es una de las características ligada a la trisomía del cromosoma 21. Las personas con SD hablan más despacio, necesitan más tiempo para pensar, su desarrollo se produce lentamente y desfasado respecto a su edad, pero ese ritmo diferente no implica en absoluto ausencia de progreso. Los niños con SD evolucionan positivamente, van adquiriendo destrezas y sus progresos constituyen una fuente de satisfacción para todos siempre que sepamos esperar, si aflojamos la urgencia y les dejamos el tiempo que necesitan. (Guerras, S. 2018, p.24)
Reconozco que los docentes sintamos miedo o que nos consideremos no suficientemente preparados para ejecutar esta labor, pero a pesar de ello muchos de nosotros queremos influir en el cambio, que dejemos los estereotipos aun lado, que tengamos empatía y tolerancia. Nunca nos afectara aprender y conocer más. pero este cambio no solo es para nosotros, Es valioso dar a conocer que es el síndrome de Down.
El SD es una característica más de la persona, no es una enfermedad, por lo que no se puede curar. No existe un tratamiento que pueda suprimir el cromosoma extra o anule completamente sus acciones, pero sí se puede favorecer su desarrollo, su salud y su autonomía (Guerras, S. 2018, p.26)
Entonces verdaderamente es la falta de conocimiento y la voluntad propia, para los padres con hijos de síndrome Down, se ocasiona pavor el pensar que su hijo puede estar en peligro porqué la carente mentalidad de la sociedad a causado este sentimiento , pero tu como docente tienes que inspirar a ese padre a que deje a su hijo en tus manos, que será tratado por igual y que aprenderá como los demás y ahí empieza tu labor para incluirlo, sentirle parte de esa pequeña comunidad que es el aula de clases.
Cosas que pueden incomodar: hablo sola, hago muecas... ¡Pero no somos veneno! Somos como los demás, vivimos como los demás. Yo me esfuerzo, hablo sola cada vez me- nos. Tengo un cromosoma de más, eso es todo. Mi padre dice que es «el cromosoma de la felicidad»: tengo la trisomía 21. (Laloux, É. 2016. P.10.)
Cabe mencionar que la educación siempre será igual para todos, que la calidad siempre será la misma y que, si soy docente y me enfrento a una situación similar, seré fuerte que nada influirá a tomar la decisión de decir “no puedo”. Investiga, elabora y pon en práctica la didáctica que te enseñaron, aprende de ellos, se tolerante, empático y muestra liderazgo. Al tomar en cuenta las opiniones, de un grupo reducido llegue a concluir que nuestra generación es la del cambio, donde no existen estereotipos, que vamos a luchar para que la igualdad verdaderamente se ejerza. Tomar en cuenta que no será fácil pero nunca imposible. Porque finalmente nosotros haremos el cambio.
Referencias
Ruiz Rodríguez, E. (2012). Érase una vez. Él síndrome de Down 2. Editorial CEPE. Recuperado de https://elibro.net/es/lc/bibliotecauv/titulos/153556
Laloux, É. (2016). Tengo Síndrome de Down ¿y qué? Barcelona, Spain: Ned ediciones. Recuperado de https://elibro.net/es/lc/bibliotecauv/titulos/59838.
Perpiñán Guerras, S. (2018). Tengo un alumno con síndrome de Down: estrategias de intervención educativa. Madrid, Narcea Ediciones. Recuperado de https://elibro.net/es/lc/bibliotecauv/titulos/113163.c

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