Estrategias en el aprendizaje de lenguas extranjeras
Karla Michell Carrasco Del Arenal.
Licenciatura en Lengua Inglesa.
La adquisición de una lengua extranjera es muy importante hoy en día y eventualmente lo será en el futuro. Tener conocimiento sobre dos o más lenguas te convierte en un mejor candidato para un empleo y esto trae consigo un mejor salario. Todo esto ha llevado a pensar que en algunos años será un requisito indispensable para poder ser un profesional. A consecuencia, la demanda de maestros privados ha incrementado considerablemente, pues las personas creen que, si tienen un docente personal su aprendizaje será mejor, idea que ha sido desmentida pues “el actor principal del aprendizaje es el estudiante, aunque no el único. El aprendizaje tiene lugar en un sistema interpersonal y, por tanto, a través de las interacciones con el docente y con los compañeros del aula...” (García-Merás & Rodríguez, 2005, p. 2).
Aunque se cree que todos nacen con la habilidad de saber aprender, este tipo de problemáticas ponen en duda esta creencia, de modo que se ha comenzado a investigar más a fondo acerca de estrategias que los estudiantes utilicen como herramienta para facilitar su aprendizaje y así obtener una mejor comprensión de la información que se les brinda. Estudios han demostrado que existe una gran diversidad de estrategias capaces de adaptarse a todas las necesidades de los alumnos, pero, para saber si en realidad funcionan y cuáles se adaptan mejor a cada persona, antes debemos capacitarnos en este tema para poder tener una propia conclusión.
Como bien se sabe, todos utilizamos estrategias de aprendizaje, pero, si desconocemos el tema, es muy probable que estemos utilizándolas erróneamente. Para cambiar esto, es importante saber que “las estrategias son acciones consientes que los estudiantes realizan para mejorar su aprendizaje. Ya que las estrategias son conscientes, se posibilita una participación activa del estudiante en su selección y uso.” (Anderson, 2005, p. 171). Es decir, son un conjunto de técnicas y acciones específicas que se utilizan con el objetivo de lograr un aprendizaje óptimo. Se ha demostrado que “los estudiantes de una lengua extranjera más perceptivos son aquellos que están conscientes de las estrategias apropiadas y las usan para aprender y comunicarse en esa lengua.” (Anderson, 2005, p. 171).
Existe un amplio repertorio de estrategias capaces de acoplarse a todas y cada una de las diferentes necesidades de los estudiantes, estas se clasifican en dos categorías, directas e indirectas. Las estrategias directas son aquellas que contribuyen directamente al aprendizaje de la lengua, estas requieren de un procesamiento mental de la misma y se dividen en los siguientes tres grupos: estrategias cognitivas que ponen en uso el análisis, razonamiento y el resumen, pues integran la nueva información. Las estrategias compensatorias, que emplean sinónimos, gestos y tratan de adivinar el significado de algo. Por último, las estrategias de memoria que se encargan de agrupar, asociar y colocar las palabras nuevas.
Por otro lado, las estrategias indirectas tienen como objetivo proporcionar soporte al aprendizaje, aunque no de manera directa. También se dividen en tres grupos, empezando por las estrategias metacognitivas que se encargan de evaluar, planificar y organizar información. En segundo lugar, se encuentran las estrategias afectivas, con la misión de reducir la ansiedad, el miedo, los nervios y aumentar la automotivación en los estudiantes. En el último punto se encuentran las estrategias sociales que son fundamentales, pues ayudan a un aprendizaje basado en la interacción con compañeros o docentes. Una vez identificadas, se deben emplear todas las estrategias y posteriormente, eliminar las que no se consideren de ayuda, para continuar trabajando y perfeccionando las elegidas.
En resumen, “las estrategias de aprendizaje cobran un papel indispensable para motivar y preparar al alumno para el aprendizaje a lo largo de su vida.” (Franco, Pino & Rodríguez, 2009, p. 182). Es decir, no solo son de utilidad en el ámbito escolar, sino también en el laboral y personal, por ello la importancia de utilizar las adecuadas para nuestras necesidades personales. Diversos expertos en el área han demostrado que las estrategias cognitivas y metacognitivas tienen casi siempre una respuesta mayoritaria a diferencia de las afectivas y sociales, esto conlleva a pensar que las personas seleccionan las estrategias basándose en la popularidad y no en la efectividad en su persona, por ello la importancia de la seriedad y la capacitación en el tema.
Puedo concluir que las estrategias de aprendizaje son una herramienta fundamental para los estudiantes de una lengua extranjera, pues siendo empleadas correctamente son capaces de facilitar y favorecer a la adquisición de un nuevo idioma. El ser un estudiante perceptivo es “una buena señal de la responsabilidad que asume de su proceso de aprendizaje.” (García, 2013, p. 59). Aunque no solo es trabajo de los estudiantes, sino también de los docentes, pues estos deben fomentar la práctica de las estrategias tanto dentro del aula como fuera de esta. Se puede determinar que esta colaboración brinda mayor facilidad para lograr el objetivo que proponen las estrategias de aprendizaje.
Referencias.
Anderson, N. (2005). Estrategias para el aprendizaje de una lengua extranjera. Revista Káñina, XXlX(1), pp. 171-174. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44248775012
Franco, P., Pino, M., Rodríguez, B. (2009). Tipología y frecuencia del uso de estrategias en el aprendizaje del inglés como lengua extranjera. Enseñanza & Teaching, 27, pp. 171-191. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/métricas/documentos/ARTREV/3232198
García, M. (2013). Análisis de la utilización de estrategias en el aprendizaje de la lengua extranjera. Revista de Investigación Educativa, 31(1), pp. 53-76. Recuperado de https://dx.doi.org/10.6018/rie.31.1.133451
Garcia-Merás, E., Rodríguez, M. (2005). Las estrategias de aprendizaje y sus particularidades en lenguas extranjeras. Revista Iberoamericana de Educación, 36(4), pp. 1-10. Recuperado de https://doi.org/10.35362/rie3642807

Comentarios
Publicar un comentario