¿Cómo repercute el alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio hacia el cerebro?
Erick Ruiz González
Licenciatura de Médico Cirujano
en la juventud marcan la diferencia.
Aristóteles.
En la actualidad, la mayor parte de las personas no le brinda el cuidado adecuado a su cuerpo en cuanto a su alimentación y su activación física. Pasan horas observando televisión o capítulos de sus series favoritas, comiendo alimentos diversos sin restricciones y con una vida mayormente sedentaria debido al problema con COVID 19.
Aunque resulta muy placentero el ocio después de un largo día de clases o trabajo en línea, así como alimentarse con “antojos”, en realidad podrían generar severos problemas cardiovasculares y aumentar las cifras de enfermedades neurodegenerativas (o incluso de muertes) al año. Algunas conexiones neuronales podrían dejar de funcionar e incluso llegar a morir debido a la falta de los nutrientes necesarios, lo que provocaría la aparición de enfermedades a largo plazo como lo son el Parkinson, Alzheimer, enfermedad de Huntington, atrofia muscular espinal, entre muchas otras enfermedades. Por ello la importancia de aplicar medidas para evitar la muerte de las neuronas y formar nuevas neuronas día a día.
El cerebro es una de las partes más complejas y extraordinarias de la construcción humana y no es raro que sea un objeto de estudio para diversas teorías y análisis. Mora (2014) se refiere al cerebro como:
…. una gran masa gelatinosa de casi un kilo y medio de peso, de color gris, con quizá la mayor complejidad de organización que hasta ahora hayamos conocido. Y, sin embargo, su función básica conduce a un objetivo aparentemente simple: mantener al individuo vivo y en constante contacto con el medio que le rodea. (p. 21)
Lo interesante de todo esto, es que al formar parte de todo este complejo organismo requiere de un consumo energético, de hecho, Linazasoro (2011) afirma que “consume el 20% de energía del organismo […] hay más neuronas en el cerebro que estrellas en la galaxia”, es por ello que la alimentación resulta esencial para llevar a cabo todos los procesos del organismo.
Así mismo, el sueño también resulta importante ya que ayuda a regular la temperatura del cerebro, pero no detallaremos mucho en esto. “El cerebro es muy rico en grasas, pero en un cierto tipo de grasas determinadas […] para que los nervios tengan una vaina de mielina correcta que es grasa pura y todo esto viene de los alimentos.” (Linazasoro, 2014, min. 5:16).
En las calles se puede observar gran cantidad de restaurantes o diversos tipos de lugares donde venden comida, y por lo general, esta comida resulta ser alta en grasas, en carnes rojas, en lípidos y en azúcares, sólo por mencionar algunos; resulta que estas mismas están matando tus conexiones al mismo tiempo que te hacen almacenar nuevas reservas de grasa. Por obvias razones, las neuronas no reciben la melanina suficiente para su correcto funcionamiento además de ganar unos cuantos kilos al no ser las grasas que necesita nuestro organismo para arrancar al sistema o mantenerlo lubricado.
Linazasoro (2011) también nos certifica que: “…si existe esa capacidad, que se llama neurogénesis, de formar nuevas neuronas y esa capacidad se puede fomentar” (min. 19:40), para ello, es indispensable realizar acciones que activen los estímulos del cerebro a fin de que se genere la neurogénesis.
Es importante mencionar otro factor que tiene mucho que ver con las afecciones y es el estrés. Redolar (2015) lo menciona como: “mecanismo adaptativo que nos ayuda a ajustarnos a las demandas de un medio cambiante, pero que, bajo determinadas circunstancias, puede afectar gravemente a la salud, a la calidad de Vida y al rendimiento profesional.”(pp.12).
El estrés debe de ser evitado a toda costa ya que puede cambiar notoriamente a una persona, una vez presente se dan grandes permutaciones hormonales que a su vez, pueden incluso llegar a cambiar a la persona que padece del estrés. He aquí la importancia de consumir alimentos antioxidantes como los frutos secos o alimentos ricos en omega 3 para evitar que “corroa” a nuestras conexiones neuronales, asimismo, el ejercicio ayuda a combatir el estrés ya que se libera parte de las hormonas que el estrés modifica regulando el nivel hormonal.
En conclusión, es importante cambiar a prácticas más saludables para mantener un adecuado funcionamiento, no solo del cerebro, sino del organismo como tal, de esta manera se podrán evitar enfermedades que resultan potencialmente un problema debido a que tienden a aparecer en las edades más avanzadas, así mismo se podrá mantener un mejor aspecto físico y consiguientemente, una mejor autoestima como un equilibrio hormonal, aunque en México aún no se da el mérito que se merece a nuestro cuidado personal.
Referencias
Linasazoro, G.[genesygentes]. (2011,Junio,14). Alimentos para una buena salud mental [Archivo de video]. Recuperado de: Alimentos para una buena salud cerebral - YouTube
Mora, F. (2014). A modo de introducción ¿Cómo funciona el cerebro? (Edición en formato digital: 2014), ¡Cómo funciona el cerebro?(pp. 21-26). Madrid, Difusora Larousse - Alianza Editorial. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliotecauv/114606?page=21.
Redolar, D. (2015). El poder del estrés,¿Qué es el estrés? (Primera edición en lengua castellana: 2015),El estrés. Barcelona, España: Editorial UOC. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliotecauv/57717?page=13.

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