Ash, L.R., Orihel, T.C. (2007). Protozoos. (5° edición) Atlas de la parasitología clínica (pp. 1- 168). Buenos Aires, Argentina: Medica Panamericana
De acuerdo al
texto, en la actualidad “Las enfermedades parasitarias tienen un impacto
significativo en la población mundial, sobre todo en las regiones menos
desarrolladas, donde los esfuerzos dedicados a la atención de la salud y el
control de las enfermedades distan de ser adecuados”. (XV) Esto quiere decir
que a pesar de que los avances científicos han aumentado con el paso de los
años, lamentablemente no han podido alcanzar a todas las poblaciones humanas
para poder erradicar por completo o una parte de las enfermedades parasitarias.
La
mayor parte de las enfermedades parasitarias son causadas por un grupo significativo
llamado protozoos, que en definición, “son microorganismos unicelulares
eucarióticos con pseudópodos o flagelos como orgánulos de locomoción” (2),
además tienen diversas funciones como lo
son la locomoción, ingestión, digestión, excreción, reproducción, etc. Estos
protozoos se dividen en 4 diferentes tipos de clases: sarcomastigophora,
ciliophora, apicomplexa y microspora, causando enfermedades que se clasifican
por intestino, sangre y cavidad.
Entre
los protozoos más comunes de México, en el intestino podemos encontrar la
entamoeba histolityca y giardia lamblia; en sangre el toxoplasma gondii y
plasmodim vivax; y finalmente en cavidad la trichomona vaginalis.
Aunque
al día de hoy, no se han podido erradicar por completo estas enfermedades, se
le pide a la población que tome las medidas y precauciones necesarias para no
contraer una enfermedad parasitaria o infectarse con alguno de estos protozoos,
que dependiendo el tipo o clase, pueden ser mortales para los seres humanos.
Jessica Nayely Carreón Carlos

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